Buscando curso para especializarme

 Había despertado esa mañana decidida a matricularme en un curso que me ayudara a entender  los principios activos y su interacción con las células de la piel. En la web estaba la teoría, pero yo quería escucharla de una persona calificada y sobretodo quería tener un certificado que avalase mis estudios complementarios. Me dirigí a la escuela donde había estudiado. Estaba emocionada pensando en todos los cursos que podía seguir.

Llegué a la recepción y pregunté por los cursos de especialización. Me dijeron que había un curso de ácidos y otro de piedras calientes. No había nada parecido al curso que tenía en mente.

Sentí que me hacia chiquita, no había podido ni dormir pensando en mis nuevas clases y allí estaba esperando ansiosamente una respuesta que llenara mis expectativas. De pronto, una chica muy amable me dijo "Yo conozco a un doctor que te puede enseñar mesoterapia".

 

MESOTERAPIA palabra prohibida ¿A qué hora sale Miss Betty para reprenderme por escuchar esas palabras cercanas a la blasfemia?, pensé. 

¿Y de qué se trata ese curso?, le pregunté.  “Te vas a sorprender, ¿por qué no vas?  El doctor es muy buena gente y si juntas a varias personas, a ti te sale gratis", respondió. (Silencio largo) Pero ¿te enseña de qué se trata cada cosa que inyecta? ¡Claro!, me dijo, "es médico, ellos saben todo".

Me quedé pensando. ¿Dónde puedo estudiar algo que profundice lo que hace el silicio en las células? ¿Dónde pueden decirme cómo la vitamina E vegetal puede antioxidar la piel de las personas? ¿Ingresaban realmente? Quería saber, entender, protocolizar según los activos y la edad de las pacientes, pero piedras calientes no ayudaba y el tema de los ácidos me interesaba, pero no me parecía fundamental en ese momento.

Llamé al doctor. Aceptó enseñarnos.  No me preguntó si había terminado la carrera.  Me preguntó, ¿cuántas son? Y le hice saber que éramos 4. Quedamos para empezar la siguiente semana.

No sabía que la siguiente semana, mi vida correría peligro……….....