En los últimos 5 años, la práctica de técnicas como el DERMAPEN y otros, se vienen utilizando ya no como una moda, si no como una demanda del consumidor; las redes sociales y la masificación de estos servicios nos hace reflexionar sobre la necesidad de otorgarle estas competencias de manera oficial a las profesionales de la belleza.
La problemática y la discusión entre las autoridades siempre fué sobre la idoneidad de los profesionales que deben utilizarlo.
Mi posición fue siempre de preocupación y de alerta, ante la mala práctica de algunas personas que sin ser esteticistas, ni tener un conocimiento adecuado de la piel, perforan y ponen en peligro a nuestro órgano barrera.
La experiencia ganada los últimos 10 años me da la seguridad para seguir trabajando a favor de la esteticista y sus competencias.
La ESTÉTICA PROFESIONAL debe ir hacia el futuro, entregándoles a sus miembros, técnicas ADECUADAS que estén respaldadas por el conocimiento profundo de la piel, su fisiología y sus diferentes patologías.
El uso del DERMAPEN debe ser sin sangrado, sin llegar al tejido conectivo, trabajando en el tejido EPITELIAL, reconociendo en todo momento su función de estimulación y respetando nuestras competencias profesionales.
Propongo el uso del DERMAPEN dentro de las competencias de la esteticista en sus grados: TÉCNICO y TÉCNICO PROFESIONAL, con el objetivo de afianzar su crecimiento profesional y cuidar la salud de la ciudadanía ante personajes inescrupulosos.
Las demandas del consumidor marcan la pauta para que el estado (MINEDU) regule y actualice las carreras técnicas y profesionales..
Las agrupaciones profesionales y el sector productivo aportan valoraciones para ACTUALIZAR las competencias profesionales.
Esté fue mi compromiso con mi colectivo y en el me encuentro trabajando actualmente.